–No debes sorprenderte –dijo–, soy yo y no soy yo.
Volverás a encontrarme y me perderás;
Regresaré una vez más entre los tuyos; pues pocos hombres me han visto y ninguno me ha comprendido;
Y me olvidarás, y me reconocerás, y me olvidarás.
(…)
Y Monelle dijo:
Tengo piedad de ti, tengo piedad de ti, amado mío.Sin embargo, volveré a entrar en la noche; pues es preciso que me pierdas, antes de recobrarme. Y si me recuperas, otra vez escaparé de ti.
Porque soy la que está sola.
Y Monelle dijo:
Debido a que estoy sola, me darás el nombre de Monelle. Pero tendrás presente que tengo todos los otros nombres.Marcel Schwob, Le Livre de Monelle (El libro de Monelle), 1894.
Lo he leído. Es un libro extraño.
Qué opinas tu?
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Hola! Es un puro puzzle emocional, un mapa abyecto de soledades soñadas. Vale la pena rescatar de vez en cuando textos como este, por su belleza y por los ecos que transmiten. Aún así, no es de lectura fácil ni amable. Saludos y gracias por leerme, Cabo Leeuwin! 🙂
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